en donde se cree
que el sol puede ocultarse
detrás de los libros
y se construyen monumentos con ellos
para estar rodeados.
En mi confusión de abundancia
estaba en uno de los pasillo
alarmada por las páginas que se imponen
amarillas
y con el tiempo siempre en presente,
atentando contra el ritmo.
En el sueño todo era un capricho
un laberinto de tipografías y papeles
bien seleccionados.
Ahora,
me entristece tanto que estén embalados
y que el destino se proclame a prueba y error
estoy segura de que muchas de sus palabras
me serían de gran consuelo.
Me ayudarían a abrir las ventanas,
ahora.
Reducirían mi necesidad de consumo,
ahora.
Alimentándome solo cuando tengo hambre
y tengo hambre,
ahora.