que guardan mis pensamientos.
El significado que le otorgaba
a todas las cosas
o las ideas
simplemente no están.
El locker recién pintado y los ficheros
con hojas sueltas y manchadas
con pasta de desodorante
anti-traspirante a bolilla
(entre otras cosas),
redujeron mi habitación
a un blanco inmaculado
nauseabundo.
Dibujé sobre todo eso.
Mucho. Los llené de líneas
que son rostros de nadie
con tinta negra en gel
salvo los libros y los diccionarios
que tienen
un flor seca en cada página
y esa belleza no puedo destruir.
La cama
nunca fue mi cama
sino
un estante más
donde se posa el resto.
Algo se perdió y no hay espacio
como para deslizarme al menos
e ir a buscarlo. Espero.
No hay mucho más que pueda hacer.
El orden me hace doler la cabeza
porque desconfío
que cada cosa pueda estar
finalmente en su lugar.
simplemente no están.
El locker recién pintado y los ficheros
con hojas sueltas y manchadas
con pasta de desodorante
anti-traspirante a bolilla
(entre otras cosas),
redujeron mi habitación
a un blanco inmaculado
nauseabundo.
Dibujé sobre todo eso.
Mucho. Los llené de líneas
que son rostros de nadie
con tinta negra en gel
salvo los libros y los diccionarios
que tienen
un flor seca en cada página
y esa belleza no puedo destruir.
La cama
nunca fue mi cama
sino
un estante más
donde se posa el resto.
Algo se perdió y no hay espacio
como para deslizarme al menos
e ir a buscarlo. Espero.
No hay mucho más que pueda hacer.
El orden me hace doler la cabeza
porque desconfío
que cada cosa pueda estar
finalmente en su lugar.