Creo que el dolor es una gran fuente de
reflexión
y sabiduría.
Cualquiera fuera,
desde un objeto que se rompe, pierde, roban
y uno le tenia afecto,
a una persona que ya no esta y uno extraña
y también un simple dolor de panza.
Todo nos dice algo.
La autocritica nos permite leer entre lineas,
y así llegar a perder el miedo
que el dolor genera:
el primer gran enemigo de nuestra existencia.
