ella deseaba una tarde platónica y
le dije, muy bien
pero qué haremos?
ella dijo, me gusta conversar.
así que la llevé al hipódromo y
conversamos.
ella llevaba una cinta india en la
cabeza
y conversó sobre literatura
y yo sobre caballos
ella iba a enseñar poesía cuando
regresara
al este
después de las carreras, ella
mencionó
que le gustaba este lugar hispano,
que la comida era muy
buena, ya dado que yo había
ganado $65 en las apuestas
pensé que estaría bien.
la decoración era española
la comida mexicana y
el hombre al piano cantaba
canciones norteamericanas
en inglés
estridente.
ordenamos bebidas y cena
y ella hablaba fuerte y
agudo
para que pudiera escucharla por
encima
del cantante y del piano
ella gritó: realmente deseo
enseñar! he deseado hacer algo
parecido desde que mis hijos crecieron!
yo grité: ajá!
me comenzó a dar jaqueca
ella gritó: crees que la poesía
puede ser enseñada?
yo grité: no!
ella gritó: creo que yo sí puedo
hacerlo!
yo grité: quieres otra bebida?
regresé a mi asiento con vodka
con seven up
algún día, gritó, voy a aislarme dentro de mí misma! voy
a estar sola
y realmente voy a escribir algo!
ella continuaba gritando aunque
el hombre del piano ya se había
retirado.
mientras ella hacia proclamaciones
como que giraba, una semi-danza
con repetidos movimientos de los
brazos. a veces
reía frenéticamente y golpeteaba
mis piernas y las pellizcaba.
los dioses no me ignorarán!
gritaba.
te llevaré hasta tu carro, le
dije, este vecindario está
lleno de violadores.
oh, te agradezco, dijo.
después de subirse al carro
y encender el motor
bajó la ventana
y me besó en la mejilla
y se alejó.
bien, como dicen:
el sexo no lo es todo.
también está el alma.
regresé a mi lugar
y comencé a buscar la
Poesia: Charles Bukowski - Platónico.
de Abraza La Oscuridad y otros poemas. Editorial: No te tomes tan enserio.
Fotos: Thomas Rusch
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